La Cantata del Mencey Loco suena en Caracas en versión sinfónica
05.10.2013 07:14
Hoy se presentan Los Sabandeños en la Sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño
- Las localidades están agotadas
CM Caracas.-Los Sabandeños interpretarán hoy y mañana La Cantata del Mencey Loco “Beneharo el de Anaga”, con la Orquesta Sinfónica de Venezuela en versión sinfónica del director tinerfeño Emilio Coello en la Sala Ríos Reina del Complejo Cultural Teresa Carreño de Caracas con el cartel de “no hay entradas”. El público asistente podrá presenciar al mítico grupo con una de las obras más representativas del sentimiento canario.
La pieza épica, obra de Elfidio Alonso y Héctor González, fue estrenada el año de 1975 por la agrupación canaria en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife. Los versos pertenecen al poema del escritor Ramón Gil-Roldán La Tierra y la Raza que se presentó por primera vez en La Fiesta de los Menceyes, celebrada en el Ateneo de La Laguna, el 12 de septiembre de 1.919.
Es posible que el autor se inspirara en la obra de Viera y Clavijo sobre la incursión de los 12 soldados españoles capitaneados por Rodrigo de Barrios en tierras de Anaga en Tenerife. La composición refiere que los guanches, con Beneharo al frente, iban desarmados con el propósito de concertar las paces, pero fueron masacrados.
Para la Cantata, los directores de Los Sabandeños, Elfidio Alonso y Héctor González, eligieron la segunda parte del poema titulada, precisamente, El Mencey Loco. Consta de 5 segmentos: Introducción (instrumental), La Raza, Guacimara, La Muerte de Beneharo y el Canto Final.
En la Introducción se presentan fragmentos de los Cantos Canarios de Teobaldo Power, además de malagueñas, isas, tajaraste, folías y peteneras, donde queda en evidencia la pugna entre la música española y la del Archipiélago con chácaras, flautas, timple, caracolas y tamboras.
Canto final
Lo cuenta la tradición,
también la historia lo cuenta;
la historia del Mencey loco
que mueve a dolor y a pena.
Alguien quiso deducir
de esta sencilla leyenda,
que con el Mencey murió
la noble raza guanchesca
No fue verdad,
murió el hombre...
Dicen que murió la raza
y nunca fue raza muerta,
raza que acabó en la historia
pa' vivir en la leyenda.
No puede morir jamás
quien de esclavo se libera,
rompiendo, para ser libre,
con su vida las cadenas.